Cómo ganar la lotería

Sí, claro, es bien conocido que la lotería es azar, suerte o probabilidades. Como quiera llamarse, es una apuesta que se hace sin tener mucha certeza de si se conseguirá el gran premio. Pero, aunque no se crea, existen algunos consejos o recomendaciones que se pueden aplicar para darle un “empujoncito” al destino.

Ciertamente, no existen fórmulas mágicas cuando se trata de lotería, pero tampoco hay que actuar con poca lógica. Muchas personas apuestan a números específicos como fechas especiales, dígitos con los que sueñan o señales que ven en algún lado. Hay pocas posibilidades de ganar con “esta técnica”.

Por el contrario, es indispensable jugar con juicio, criterio y estudio, para de este modo no terminar perdiendo grandes sumas de dinero.

Lo primero que se debe hacer es elegir personalmente los números de la lotería. Eso de enviar a otro a realizar la compra no es tan buena idea. Bien sea en cartones o en medios digitales, la selección debe hacerla quien invierte el dinero. Se recomienda que a pesar de perder algunas veces, hay que conservar las combinaciones de números y siempre jugar con ellos.

Efectivamente, cualquiera de los dígitos que se apuesten en un juego de envite y azar tiene posibilidades de salir premiado, pero cuando se cambian constantemente cuando se apuesta, las probabilidades se reducen bastante. Se trata de reiniciar la suerte de nuevo o algo similar.

Error común

¿Una combinación de números que salió premiada anteriormente? ¡Vale la pena usarla de nuevo! Pues, no. No es para nada recomendable aplicar esta fórmula, pues las estadísticas que manejan los expertos en este ámbito aseguran que las posibilidades que se repita el éxito son casi nulas.

Hay servicios de apuestas, especialmente en línea, que permiten revisar los números previamente ganadores. Así que es buena idea revisar antes de entrar de lleno en el juego. Hay que ser precavidos y apostar con conciencia.

Una sugerencia genial e incluso hasta más divertida, es comprar la lotería en grupos de familiares o amigos. Obviamente, mientras más personas se unan a esta competencia, existen más probabilidades de que alguna de las combinaciones resulte premiada.

Quizás el contra más evidente es que si un miembro del grupo gana la lotería, tiene que repartir el premio grande entre todos. Entonces, así cada uno tendrá una pequeña parte del dinero. Por ello, es importante aclarar que con este método es más viable pasarla bien que convertirse en millonario jugando.

Para ganar la lotería también hace falta algo: persistencia. Posiblemente, cuando se comienza se pierde mucho. Hay muy pocos casos de suerte de novato, que impacta a algunos. Hay personas que pasan años antes de ganar su primer pequeño premio, así que apostar se trata más de insistir que otra cosa.

Se pueden establecer plazos cortos para ver resultados y si no se logran parar por un rato y retomar después. Si se persiste es casi seguro de que los frutos se aprovecharán luego, así sean premios pequeños. ¡Ganar a veces no tiene precio!

Cuando se gana el premio, hay que realizar una evaluación sobre qué se hará con el dinero. Por ejemplo, muchas personas deciden reinvertirlo en más apuestas. Eso no está mal, pero hay que hacerlo con conciencia y revisando las probabilidades de volver a ganar.

Un dato que sirve es revisar cuáles son los números que tienen más oportunidad de salir ganadores. Haciendo comparaciones pueden ayudar a realizar una apuesta un poco más segura que al azar.

Ganar la lotería es el sueño de casi todos, pero quien no arriesga no gana. Ganar y perder son dos caminos en un mundo de posibilidades.

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